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sábado, 16 de junio de 2012

DEPRESIÓN O TRISTEZA...¿QUÉ ME OCURRE?

Es sobradamente conocido en Medicina, que determinadas patologías son estacionales. Nuestro organismo responde desde sus más encriptados rincones donde "despiertan" contingentes hormonales que inciden  en nuestra psique y llegan a variar determinadas actitudes creándonos sensaciones no habituales en nuestra  forma de "percibir" el entorno. Y en algunos casos consiguen asustarnos hasta el punto, de que nos empujan a buscar soluciones en los profesionales , con la esperanza de que ellos disponen de la "pastillita milagrosa"...ésa que busca todo el mundo y que al mismo tiempo se sabe que no existe. Pero el ser humano es así, no pierde la esperanza. Es una de las situaciones  en la que se llega a pensar que existe el milagro, y si bien es cierto que el milagro existe ( aunque no en la Ciencia , pero sí en la Fé), el individuo se entrega presa de la enfermedad, presa del malestar a ese otro individuo que...¡p'a eso ha estudiao!.
En estas fechas...cuando la  Primavera nos  engloba son su belleza, cuando los olores hasta nos hacen sonreir, cuando se supone que la Felicidad debería empañarnos de bienestar, resulta que en  muchas ocasiones, el mismo paisaje en el que nos movemos nos devuelve una ingrata sensación de infelicidad. Los depresivos/as se encuentran peor, la abulia, la fatiga, la sensación de insalud es más manifiesta. Y lo mismo pasa en Otoño. Estas personas se encuentran mal, piensan que la medicación que toman no es efectiva y la curva de lo que parecia que iba bien , desciende hasta unos límites que invitan a acudir al médico.
Pero es lo que  explicaba al inicio, son patologías estacionales que se "despiertan" en esas épocas y que cumplen  un ciclo. Y esto es lo importante que hay que saber, que en todos los ciclos existen unas fases por las que "obligatoriamente" se pasa y que  luego, todo vuelve a la normalidad. Es como un empeoramiento pasajero y así es como hay que contemplarlo.
Al filo de lo dicho existe otra situación que puede dar lugar a confusiones y no es otrae que la Tristeza, una emoción básica como lo  es el miedo, el deseo, la ira, la sorpresa y la emoción contraria, la Alegría. No llega a suponer más que el resultado afectivo provocado por decaimiento de la moral..."tengo la moral por los suelos"...¡Cuántas veces hemos dicho éso!...Se nos nota en la misma expresión facial, en facilidad para el llanto, la disminución del apetito...¡pero nada más!...No es una situación patológica, aunque sí puede ser un síntoma de  la Depresión, un integrante más. En la  Tristeza hay dolor psíquico, en la Depresión hay dolor físico, en la Depresión hay un descenso de la autoestima, en la  Tristeza "duele  al alma"...cuando perdemos un ser querido, cuando nos enfrentamos a un problema de separación  conyugal, cuando surge un despido en el trabajo...es cuando experimentamos Tristeza. En la Depresión hay una desesperanza  prolongada, un agotamiento, una falta de concentración , un "abandono" literal de nuestra persona.
No confundamos ambas situaciones. en la Depresión está justificada ( a veces) una medicación. En la Tristeza está justificada una lucha interna, mental, personal.
No obstante si nos sentimos  incapaces de conseguir  la superación, ahí estamos los profesionales, que algunas veces también caemos en esos "pozos", así que , pensar que entre todos nos podemos ayudar.
A propósito, la Crisis produce Tristeza porque los que deben sacarnos de élla son mediocres, pero no tiene porqué producir Depresión.