FIN DE LAS VACACIONES

Ya ha pasado el mes. Mientras los demás han cumplido con sus obligaciones laborales, yo he estado de vacaciones, pero como todo en esta vida, termina con el inexorable final y de nuevo me incorporo a mi tarea. No hay Síndrome Postvacacional e insisto que es un tongo lo de este  síndrome. En realidad estaba un poco harto de tanto tiempo libre aunque no discuto que lo he pasado bien. He estado en mi pueblo natal ( Niebla, de la provincia de Huelva) y como cada vez que voy por allí, más bonito me parece. De todas formas es bonito, bello, hermoso...¿no lo conocéis?...Pues deberíais. Merece la pena pasear por las estrechas calles incluídas en un perímetro amurallado al que se accede por varias puertas  de tipo árabe. Fué el primer lugar donde se utilizó la pólvora con fines bélicos y está hermanado con el cuerpo de Artillería. Las murallas están en impecable estado de conservación a pesar del tiempo y de sus inclemencias. La gente es sumamente hospitalaria y muy arraigada a su pasado. Bordeado por el río Tinto de aguas rojas por los materiales existentes en su origen (cobre) dan un toque de color que bien puede ser confundido con sangre. No existe fauna  ni flora en su trayecto, y cuando llega el atardecer se funde su superficie con el tinte anaranjado de la puesta del sol y el color rojo del caudal, dando un espectáculo multicolor que te lleva al embeleso, a la paz y a la tranquilidad.

Después de empaparme de historia, salí a las proximidades de Portugal ( a Tavira)precioso pueblecito de nuestro país vecino y a doscientos metros de él, la isla de su mismo nombre, tres kilómetros de longitud y doscientos metros de ancha rodeada  por una continua playa de arena blanca sobre la que rompen las aguas  del océano.
Todavía me quedaban días de vacaciones y  me fuí a Barcelona. Mi hija tenía un concierto de  Heavy Metal que fué todo un éxito, aunque se apartaba mucho de mi estilo que viene a ser más del tipo de Julio Iglesias , aunque no  por ello  le quité mérito. Es otra época reflejada en su música y gorgoteos correspondientes.

UNA  VISTA DE LAS MURALLAS DE NIEBLA

Más tarde aparecí por Madrid en visita familiar y el día 4 me incorporé a mi actividad  profesional y constituyó un "bautismo de fuego" con 96 pacientes vistos en Urgencias, aunque como tales  urgencias sólo hubieron cuatro, así va la educación sanitaria de nuestro pueblo y el uso abusivo que se hace del sistema sanitario, aunque de esto ya hablaremos.

       OTRA VISTA DEL INTERIOR DE NIEBLA CON LA IGLESIA AL FONDO Y EL NIDO         DE CIGÜEÑAS.