Pues bien , el fumador, cuando inhala el humo del tabaco, además de dar un paso más hacia un probable cáncer de pulmón, se producen en su organismo otros eventos de los cuales apenas se da cuenta. Estos eventos tienen lugar principalmente en la circulación sanguínea cerebral, también a nivel ocular, y a nivel de la microcirculación del pene.
¿ Cómo se manifiestan?..., al inhalar el humo del cigarrillo, la microcirculación de las zonas indicadas estrechan su luz, es decir, reducen su diámetro y la sangre tiene dificultades en realizar su recorrido tal como lo haría en condiciones normales. Este estrechamiento de los vasos sanguíneos, cuando se repiten en el tiempo, hacen que éstos vayan reduciendo su diámetro, así como, la capacidad de retornar a sus dimensiones fisiológicas normales, y a nivel del pene por supuesto también, de tal forma que la sangre que tiene que rellenar los cuerpos cavernosos (que son como dos pequeñas esponjillas alargadas y situadas a lo largo del cuerpo del pene), no se expanden lo suficiente porque llega poco fluido sanguíneo y el pene no consigue alcanzar la erección.
¿ Queréis dos pruebas ?....
A- Poneos delante de un espejo, abrid los ojos al máximo y dad una calada al cigarrillo sin dejar de abservároslos. Apreciaréis en ese momento que la red venosa del globo ocular se marca más y los capilares se hacen más estrechos.
Pues lo mismo ocurre en el aparato genital.
B- Si eres capaz de dejar de fumar durante 20 o 25 días podrás darte cuenta de que las erecciones vuelven a manifestarse cada vez con menos dificultad.
CONSEJO: Si consigues lo que te propongo en esta segunda prueba, no seas tonto y aprovecha para dejar de fumar. Matarás dos pájaros de un tiro y tu vida sexual dará un cambio de 360º.
Yo ya no fumo.... :)
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